lunes, 25 de abril de 2016

NÚMERO 355  ABRIL 25 DE  2016   (LUNES) 
FUNDADO EN AGOSTO 12/2012.

Director
Bernardo A. Rendon  Restrepo


ASISTENTE DE DIRECCION – BOGOTA, D. C.
MARÍA PAULA HERRERA GARCIA


Editora y Asesora

Alba Hoyos Botero 
alhobo2011@hotmail.com

Galardonados con la
1ª entrega de los premios
ANTURO

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Muy feliz día a todas las secretarias que conozco y que puedan llegar a disfrutar de una fecha como hoy en donde se les rinde un homenaje importante en donde el reconocimiento de sus colegas como bien de los superiores en la empresa, consultorio o donde sea que trabajen es una ventaja para que le rindan un homenaje bien merecido que se tienen en donde tendremos que estar siempre presentes para poder expresar y saludar con una bonita dedicatoria a esas personas que nos permiten estar cada vez mas cerca de tener todo organizado y planificado que tanta paz nos brinda en el mundo por lo cual mediante un bonito mensaje le podremos decir "feliz día de la secretaria."


ARTESANÍAS 

         
ELABORADAS 100% A
      
MANO. CEL 3014131686



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5 REMEDIOS PARA ALIVIAR TUS CALAMBRES

El vinagre de manzana puede ayudarnos a prevenir los calambres. Podemos consumirlo o bien aprovecharlo de forma tópica para darnos friegas y facilitar así el descanso.

5 remedios para aliviar tus calambres


Todos hemos sufrido alguna vez ese calambre repentino e incontrolado que nos ha ofrecido su latigazo de dolor. Pero ¿qué ocurre cuando los calambres se vuelven contínuos? ¿qué podemos hacer cuando cada noche los sufrimos en nuestras piernas? No te preocupes, te ofrecemos sencillos remedios para aliviar su aparición.
¿Por qué sufrimos calambres musculares?
Tratar los calambres
Los calambres son espasmos musculares involuntarios o contracciones que generan bastante dolor, aparecen de improviso y en ocasiones nos inmovilizan con su incontrolable padecimiento. Pero ¿por qué aparecen?
En muchas ocasiones el mantener una misma posición durante mucho tiempo y con tensión, desencadena los conocidos calambres. Es típico por ejemplo cuando hacemos ejercicio sin haber calentado con anterioridad.
Hemos de tener en cuenta que una alimentación incorrecta también pude derivar el que suframos mayor incidencia de calambres. Una falta de hidratación, el no beber suficiente agua, el no disponer de bastante nivel de potasio y sales minerales en nuestro cuerpo, o incluso el padecer determinadas enfermedades, pueden producirlos.
La fatiga muscular.
Muchos medicamentos tienen como efecto secundario la aparición de calambres. De ahí la importancia de consultar con nuestro médico.
Cuando sudamos mucho, o cuando sufrimos muchos días de diarrea, es común también sentir calambres debido al desequilibrio de sales minerales.
El frío, la anemia y el estrés también son realidades a tener en cuenta. Nuestro cuerpo pierde protección, pierde su equilibrio natural, de ahí que suelan aparecer. Recuerda también cuidar tus niveles de estrés, dicha tensión puede hacer también que aparezcan tus calambres.
La falta de vitamina E.
La fibromialgia.
Ten en cuenta también que la inmovilidad y el sedentarismo también es un factor a tener en cuenta. Nuestros músculos dejan de trabajar como deben, se enlentecen e incluso pueden atrofiarse tempranamente. Una vez llegamos a la madurez hemos de mejorar un poco más nuestros hábitos de vida, puesto que los calambres pueden aparecer ya en mayor medida.

1. Aprender a prevenir los calambres

PLATANOS Y ARANDANOS

Lo mejor para evitar calambres es sin duda saber prevenirlos. Para ello es ideal que mantengas en un nivel adecuado tus electrolitos, y tus niveles de potasio.¿Y cómo lo hacemos? te preguntarás. Muy fácil. Por las mañanas debes prepararte un batido de lo más nutritivo y útil a base de plátano y kiwi. Lleva a tu batidora un plátano, un kiwi y medio vaso de agua. Mézclalo bien y bébelo poco a poco. Verás como de este modo pasas la mañana de un modo excelente, bien nutrida. Y tus calambres desaparecerán.

2. Cuidado cuando hagas ejercicios

andar


Puede que te hayas decidido a hacer algo de ejercicio al día. Salir a correr,hacer algo de natación… está muy bien. Pero ten en cuenta que debes calentar tus músculos, estos no pueden empezar a trabajar de pronto de un modo tan intenso si primero no has hecho unos pequeños estiramientos con los cual ir calentándolos. Recuerda también no hacer cambios bruscos de intensidad en tus ejercicios. Ve progresivamente subiendo de nivel. De esta manera irás preparando al músculo y evitarás caer en fatiga extrema. Ahí donde siempre aparecen los calambres.
3. Di no a los calambres nocturnos
masajes en las piernas
Lo sabemos, es muy fácil decirlo, pero ¿cómo conseguimos pasar una noche tranquila sin calambres en las piernas? Ideal si cuando llega la noche te das un buen baño calentito, para después, hacerte unos masajes en las piernas con aceite de ecualipto o de romero. Estos aceites puedes encontrarlos en tiendas naturales, y son maravillosos para favorecer la circulación, tonificar y aliviar el dolor de las piernas cansadas. Pruébalo y verás como se reducen tus calambres nocturnos.

4. El milagro del Castaño de Indias

castano_de_indias


¿Has oído hablar del castaño de Indias? Es un remedio muy efectivo para aliviar las piernas cansadas, reducir varices y evitar calambres. Mejora nuestra circulación gracias a su contenido de aescina, un gran aliado para tonificar lasarterias y los capilares, fortaleciendo las paredes de las venas y aliviando los síntomas de los calambres. En las farmacias puedes encontrarlo en forma de crema para realizarte masajes, y en las tiendas naturales es habitual adquirirlo en forma de cápsulas. Lo normal es tomar una cápsula por la mañana, pero no tienes más que leer su posología en la caja cuando lo compres para saber qué cantidad será la más adecuada. Pero sin lugar a dudas el castaño de Indias se alza como un remedio más que excelente.

5. Vinagre de manzana

Vinagre de manzana


El vinagre de manzana te va a servir tanto para uso interno como externo. Es un gran tonificante, propicia la correcta circulación y es un aliado magnífico para el dolor muscular. Podemos por ejemplo hacernos friegas con él a media tarde en nuestras piernas, de ese modo conseguiremos dormir mejor. E igualmente, puedes prepararte una bebida excelente para evitar calambres en otras zonas como por ejemplo en las manos. Se trata de un té que se realiza con una cucharadita de hojas de frambuesas rojas y una taza de agua hirviendo. Deja reposar durante unos 10 minutos, para después, poner media cucharadita de vinagre de manzana y un poco de miel. Puede que te parezca un tanto extraño, pero se trata de un remedio muy antiguo para reducir calambres. Si te atreves con él, toma dos tazas al día. Verás como te va bien.
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TENSIÓN MUSCULAR CAUSADA POR LA ANSIEDAD

Cefalea por tensión

La tensión muscular es, con seguridad, uno de los síntomas de ansiedad más comunes. La vida cotidiana está llena de diferentes preocupaciones y el estrés pueden causar tensión muscular, incluso si no estamos conscientes de que estamos estresados.  Sin embargo, quienes sufren de ansiedad, pueden enfrentar una mayor dificultad para hacer que esa tensión desaparezca.
Pero ¿Por qué y cómo logra la ansiedad que los músculos se tensen? Pues bien, estas preguntas nos devuelven a una respuesta ampliamente mencionada cuando se habla de ansiedad. Se trata de la respuesta de lucha o huida, la cual está diseñada para hacernos reaccionar frente al peligro y nos prepara física y mentalmente para sobrevivir ante una amenaza. Esta respuesta hace que los músculos se contraigan por una simple razón: los músculos contraídos son una gran ventaja cuando tenemos que huir o pelear.
Cuando permanecemos sometidos a grandes cantidades de estrés por un tiempo, este se convierte en ansiedad y nuestro organismo se confunde, no distingue entre el estrés de una entrega en el trabajo atrasada o el temor a estar en frente de un animal salvaje. Al fin y al cabo, las señales que enviamos son las mismas y son señales que le indican a nuestro cuerpo que tenemos una situación demandante frente a nosotros y que los recursos con que contamos para hacerle frente son insuficientes.
Al recibir estas señales, el cuerpo se prepara con su “kit” de emergencia, disparando hormonas y una serie de reacciones que nos hacen más hábiles para correr o para pelear. De este modo las pupilas se dilatan, el corazón se acelera, las respiraciones de acortan y los músculos se tensan. La diferencia es, que al no haber una amenaza real, estos síntomas son muy confusos para la persona y el cuerpo encuentra más dificultad para relajarse nuevamente. Estar estresados continuamente, mantiene al organismo al límite y hace que esta contracción muscular se mantenga por más tiempo del que debería, causando, con el tiempo dolor, molestias y ciertos problemas de movilidad. Muchas veces, estos otros síntomas colaterales no hacen más que sumarse a la ansiedad previa.
¿Cómo aliviar la tensión muscular?
La tensión muscular, es simplemente eso, no importa si su fuente es que nos excedimos en el ejercicio o es nuestra ansiedad. Es importante buscar un tratamiento para la ansiedad, pues esto tiene muchos beneficios en muchos aspectos de la vida, sin embargo, en lo que a la tensión muscular se refiere, hay muchas técnicas que pueden ayudarnos a relajarlos:
Ducha caliente: Una ducha caliente -o un baño- es una buena manera de comenzar a relajar nuestros músculos. Lo que sucede es que el agua caliente es muy beneficiosa, pues ayuda a aliviar el dolor de la tensión y a la vez va relajando los músculos.
Masaje: Un masaje es una manera ideal de conseguir relajación muscular, en especial si buscamos a un masajista profesional que sepa como romper estas tensiones.
Yoga: La popularidad del yoga no es en vano. El yoga, además de aliviar la tensión muscular, puede ayudar a calmar la ansiedad por muchas razones. Sirve para relajarnos, es un ejercicio físico fuerte y nos enseña a respirar mejor.
Medicamentos: Si bien no es la recomendación más ideal, algunos medicamentos de venta libre pueden ayudar a controlar la inflamación en los músculos y en última instancia, reducir un poco el dolor.
El camino para el equilibrio
Todas las técnicas que mencioné antes son  efectivas para aliviar la tensión muscular, sin embargo, si tu tensión muscular es un síntoma de ansiedad, es muy importante que busques tratamiento para la misma, pues de no ser así, los músculos se tensarán de nuevo.  Hay muchos tratamientos disponibles para la ansiedad, desde medicamentos y terapias hasta enfoques más naturales o alternativos. Yo personalmente necesité una combinación particular de técnicas naturales para superar la ansiedad y  de este modo desarrollé la guía Venciendo tu Ansiedad. Puedes conocer más al respecto haciendo click aquí.

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Las señales más frecuentes de estrés, aunque algunas nos pasen totalmente desapercibidas, son:

Tensión es la primera respuesta de nuestro organismo frente al estrés.
La tensión es el resultado de la diferencia que existe entre la forma que tenemos de interpretar una determinada situación y el nivel de comodidad o incomodidad que percibimos respecto a los recursos que tenemos para enfrentarnos a ella. Naturalmente, cuanto menos cómodos nos sintamos, mayor tensión experimentaremos. 
Por consiguiente, la tensión procedente de una situación está basada fundamentalmente en la forma que tengamos de percibir, valorar e interpretar dicha situación.

No hay que confundir tensión con ansiedad, pues aunque pueda acompañarla no es lo mismo.
La ansiedad es una emoción muy relacionada con el miedo y aunque no sea lo mismo produce efectos muy similares a la tensión.
La tensión tampoco es únicamente contracción muscular, aunque pueda estar causada por ella. Por último, la tensión tampoco es necesariamente algo malo. Un nivel moderado de tensión no sólo es saludable sino que es motivacional y necesaria en multitud de ocasiones.
Cuando nos encontramos bajo mucho estrés o no conseguimos manejarlo adaptativa y adecuadamente, podemos experimentar una gran variedad de síntomas, que interesa conocer y aprender a detectar:
Respuestas físicas de nuestro organismo
Dificultad respiratoria. Gran sensación de asfixia por falta de oxígeno.
Estómago y aparato digestivo descompuesto con náuseas o vómitos.
Músculos tensos, agarrotados con dolores y/o contracturas musculares.
Dolores de cabeza, de cuello o de espalda.
Sequedad de boca.
Sudoración excesiva en manos y cuerpo en general.
Frío o calor intenso en el cuerpo o en las extremidades.
Entumecimiento en las manos o pies.
Temblores en las manos, en las piernas o en el cuerpo en general.
Aumento de los latidos cardíacos y en consecuencia taquicardias y dolor pectoral.
Arritmias.
Presión sanguínea alta.
Aumento de glucosa en sangre...
Si estas reacciones físicas perduran en el tiempo pueden dañar los órganos vitales del organismo hasta causar enfermedades serias y crónicas.
Respuestas emocionales/psicológicas
Fatiga.
Coraje.
Rabia.
Frustración.
Abatimiento.
Aburrimiento.
Apatía.
Irritabilidad.
Mal humor.
Depresión.
Angustia.
Tensión emocional.
Cambios repentinos de humor.
Preocupación excesiva con gran anticipación de problemas.
Intranquilidad continua.
Desesperación.
Gran ansiedad.
Dificultades de concentración.
Problemas de memoria.
Volverse extremadamente detallista pero focalizando la atención, exclusivamente, en aspectos absolutamente negativos.
Insomnio.
Ejecución pobre en las tareas con dificultades de atención.
Pensamientos rumiatorios y obsesivos relacionados con las percepciones inadecuadas.
Elucubraciones mentales causantes de problemas.
Bloqueos “mentales”...
Respuestas Conductuales/Hábitos Autodestructivos
Fumar en exceso.
Abusar del alcohol u otras drogas.
Gran uso de medicamentos.
Comer en exceso o todo lo contrario pérdida de apetito.
Impulsividad.
Discusiones a destiempo o fuera de lugar.
Comportamientos generadores de accidentes.
Tendencia a responder agresiva e inadecuadamente a comentarios u opiniones.
Alejamiento y aislamiento del entorno.
Mucho movimiento pero ineficaz.
Lloros frecuentes...
Respuestas inadecuadas en el trabajo
Quemazón y malestar generalizado.
Baja moral.
Insatisfacción generalizada en el trabajo.
Absentismo laboral.
Pobres relaciones con los compañeros de trabajo.
Pobre ejecución.
Cambios constantes de personal.
Incapacidad para abordar nuevos retos.
Accidentes laborales...
Repercusiones a nivel psicológico:
Emociones: gran ansiedad, irritabilidad continua, miedo con multitud de anticipaciones negativas, variaciones del estado de ánimo, confusión o turbación, sentimientos de culpabilidad, depresión...
Pensamientos: excesiva autocrítica, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, olvidos frecuentes, preocupación excesiva por el futuro, pensamientos repetitivos negativos y obsesivos, excesivo temor al fracaso y al ridículo...

Conductas: tartamudez u otros problemas relacionados con el habla, llantos continuos, reacciones impulsivas e inoportunas, risa nerviosa, trato brusco a los demás, rechinar los dientes o apretar las mandíbulas (llegando incluso a dañar la dentadura), aumento del consumo de tabaco, alcohol u otras drogas; mayor predisposición a tener o a provocar accidentes; problemas con el sueño, comportamientos inadecuados...

No sólo se tienen repercusiones psicológicas, sino que también afecta a nuestro estado de salud:
Aparato digestivo: el estómago segrega más ácidos. Si la situación se mantiene, las paredes se terminan irritando. La sangre se desvía del estómago y se altera el proceso de la digestión. Muchas de las úlceras gastroduodenales así como la colitis ulcerosa están relacionadas con situaciones continuas de estrés.
Aparato muscular: la tensión aparece en forma de contracturas a distintos niveles: mandíbulas, cuello, espalda, dolores en piernas, lumbagos...
Aparato respiratorio: la respiración se acelera y se vuelve entrecortada. Se tiene la sensación de que el aire no llega a los pulmones por ello el organismo sufre por falta de oxígeno (se produce anoxia).
Sistema cardiovascular: se libera adrenalina y noradrenalina, que hacen que el ritmo cardiaco y la presión sanguínea aumenten causando lesiones cardiovasculares.
Piel: aumento de la sudoración. Si el estrés es prolongado, pueden surgir diversas patologías dermatológicas vinculadas a estados de ansiedad.
Cambios físicos: músculos contraídos, manos frías o sudorosas, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, perturbaciones del sueño, malestar estomacal, gripes e infecciones, herpes frecuentes, fatiga, respiración agitada o palpitaciones, temblores, boca seca, mareos, vértigos, problemas cardiovasculares, respiratorios y en general una gran variedad de manifestaciones psicosomáticas.
Cuando surgen estos síntomas "funcionales" (sin causa orgánica que los justifique) se produce una retroalimentación que reactiva otra vez los procesos biológicos de alarma y redobla la sintomatología, incrementando notablemente el problema.
Ahora bien, el estrés, aunque tiene una connotación negativa, no necesariamente es negativo. Depende del tiempo en que el sistema esté activo. En periodos cortos, produce personas más activas, más dinámicas, más productivas, que exploran mejor el mundo y sacan un mayor partido a las situaciones. También genera atención, memoria, fijación de los sentidos y en general mayor alerta ante cualquier situación.
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ESTRÉS Y DOLOR DE ESPALDA

Espalda inflamada


El estrés es uno de los factores que aumenta el riesgo de padecer dolor de espalda, pero se pueden tomar medidas para evitarlo y controlarlo. Aunque los estudios realizados para medir este efecto han tenido resultados contradictorios, se acepta que el estrés altera el estado de los nervios que controlan el funcionamiento de los músculos, facilitando su contractura. En esa situación, la contractura muscular puede aparecer ante esfuerzos musculares muy pequeños, o incluso espontáneamente, y desencadenar episodios dolorosos.

El estrés también podría interferir en la coordinación de los distintos grupos musculares que participan en el funcionamiento de la espalda. En condiciones normales, los abdominales y la musculatura paravertebral se coordinan entre sí para mantener una postura o conservar el equilibrio durante el movimiento. Esta coordinación depende de reflejos nerviosos. El estrés podría afectar a la coordinación de estos reflejos y provocar que la musculatura se contrajera inadecuadamente o a destiempo, favoreciendo las lesiones.
Inflamación de los nervios de la espalda
Aunque el hecho de que el estrés facilite la aparición de contracturas musculares, parece ser el mecanismo fundamental a través del cual se presenta el dolor de espalda, en el que también pueden participar otros factores:
Las estructuras nerviosas se activan cuando hay estrés, de modo que éste también puede disminuir el umbral del dolor y hacer que su intensidad se perciba como mayor de lo que realmente es.
El estrés puede facilitar una actitud ante el dolor que aumenta el riesgo de que éste surja o persistadurante más tiempo. Esta actitud se caracteriza por:
 
Disposición negativa ante el dolor, al asumir que va a persistir y limitar la capacidad y calidad de vida de forma permanente.
Miedo al dolor y reducción de la actividad, así como abuso de la medicación sintomática e interrupción de las tareas que provocan el más mínimo aumento del dolor, o incluso de las que no lo provocan pero el sujeto cree que pueden hacerlo.
Escasa confianza en uno mismo para controlar el dolor y la incapacidad que conlleva, y transferencia a terceros -médicos u otros profesionales sanitarios- de la responsabilidad de hacerlo.
Además, en ocasiones confluyen en las personas estresadas otros factores de riesgo como el sedentarismo, la falta de actividad y la mala forma física.
Consecuencias
El dolor de espalda habitualmente no tiene consecuencias negativas para la persona estresada. Aproximadamente el 80 por ciento de la población sufre dolor de espalda en algún momento de su vida, y la inmensa mayoría padece estrés de manera ocasional, periódica o constante. El dolor de espalda puede ser una molestia más para la persona estresada, pero el hecho de padecerlo no tiene más consecuencias negativas que las propias molestias que depara.
Sólo en personalidades predispuestas puede desencadenar pautas de comportamiento psicosomáticas (en las que el sujeto aprende a convertir los conflictos psicológicos en síntomas físicos), hipocondríacas (en las que se convence de sufrir afecciones físicas que no padece realmente e incluso cree percibir sus síntomas), uobsesivas (en las que su dolor de espalda se convierte en el centro de su vida).
Por otra parte, si el estrés se mantiene mucho tiempo y provoca dolores de espalda con cada vez mayor frecuencia y duración, el dolor puede llegar a hacerse crónico. Un mecanismo neurológico puede explicar que cuanto más dura o se repite el dolor de espalda, mayor es el riesgo de que se cronifique por sí mismo, con independencia de cuál sea la causa que lo desencadenara inicialmente. Este proceso es más probable y rápido si al aparecer el dolor se hace reposo y se reduce la actividad física.
Prevención y tratamiento
Evidentemente, lo primero que se debe tratar es el propio estrés, resolviendo las situaciones que lo provocan cuando es posible, o aprendiendo a vivir con él de la forma más sana si no se puede eliminar. Para ello existen técnicas psicológicas eficaces. Cuando las situaciones estresantes son pasajeras se puede valorar el uso transitorio de algunos psicofármacos como los ansiolíticos bajo supervisión médica. Desde luego, si está el estrés aparece con frecuencia conviene que consulte a su médico, psicólogo o psiquiatra.
También se pueden tomar las siguientes medidas para reducir el impacto del estrés en la salud de la espalda:
Mantener el mayor grado posible de actividad física. Además de ser eficaz para prevenir el dolor de espalda, la actividad física regular puede contribuir a controlar el estrés y reducir su impacto. Puede ser tan sencillo como acostumbrarse a ir andando en algunos desplazamientos cotidianos en vez de tomar siempre un medio de transporte, o subir cada día algunos pisos a pie, en vez de usar siempre el ascensor. Si es posible, se aconseja practicar algunos deportes aeróbicos, como correr o nadar. 20 ó 30 minutos en días alternos ya comienzan a marcar una diferencia apreciable.
 
Conocer y cumplir las normas de higiene postural que le enseñan cómo adoptar las posturas y movimientos propios de la vida cotidiana de forma que la carga para la columna vertebral y su musculatura sea menor y se reduzca el riesgo de contracturas.
 
Mantener y desarrollar la musculatura de la espalda. El entrenamiento de la musculatura implicada en el funcionamiento de la espalda disminuye el riesgo de que se contracture. Si se practican correcta y asiduamente, algunos ejercicios aeróbicos como la natación pueden ser suficientes para mantener en buen estado la musculatura de la espalda y el estado físico general. Los programas de ejercicios específicos para la musculatura de la espalda, sólo son eficaces sobre esos grupos musculares y no sobre el estado general, pero requieren menos tiempo y se pueden alternar con ejercicios aeróbicos cuando la disponibilidad de tiempo lo permite.
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 ¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER?

¿Qué es la Enfermedad de Alzheimer?



Introducción
El Alzheimer (al-SAI-mer) es una enfermedad cerebral que causa problemas con la memoria, la forma de pensar y el carácter o la manera de comportarse. Esta enfermedad no es una forma normal del envejecimiento.
Es la forma más común de la demencia
El Alzheimer es la forma más común de la demencia. Demencia es un término general para describir la pérdida de memoria y de otras habilidades intelectuales y es tan severa que interfiere con la vida cotidiana del individuo. El Alzheimer representa del 60 al 80 por ciento de los casos de la demencia.
Es más común de lo que usted piensa
Hoy en día, se estima que 5,4 millones de personas en los Estados Unidos tienen la enfermedad de Alzheimer. Para el año 2050, el número de personas en los Estados Unidos con la enfermedad puede alcanzar a los 16 millones.
Debido a que un 70 por ciento de aquellas personas que padecen del Alzheimer viven en sus hogares, el impacto de esta enfermedad se extiende a millones de familiares, amigos y cuidadores.
Se empeora con el tiempo
El Alzheimer empeora al pasar el tiempo y es fatal. Aunque existen muchos síntomas, la mayoría de las personas experimentan pérdida de memoria severa que afecta las actividades diarias y la habilidad de gozar pasatiempos que la persona disfrutaba anteriormente.
Otros síntomas son confusión, desorientación en lugares conocidos, colocación de objetos fuera de lugar, y problemas con el habla y/o la escritura.
Aprenda acerca de 10 señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer.
Los latinos y el Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es una crisis que amenaza a la comunidad latina in los Estados Unidos pero que aún no es reconocida debidamente.
Una creciente evidencia indica que factores de riesgo en enfermedades vasculares como diabetes, obesidad y presión alta y colesterol alta, también pueden ser factores de riesgo para Alzheimer y la demencia. Específicimente, los científicos están encontrando nuevas evidencias que podrían relacionar la diabetes tipo 2 con la enfermedad de Alzheimer. Los latinos presentan altos porcentajes de cada uno de estos factores de riesgo.
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QUÉ ES LA MIGRAÑA?

Ni todos los dolores de cabeza son migrañas, ni todas las migrañas cursan con dolores de cabeza. La cefalea o dolor de cabeza es una de las formas más comunes de dolor. Aunque su causa es desconocida, el dolor que la produce se debe a una dilatación de las arterias situadas en el cráneo.
Una migraña es un dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales.
Aunque la migraña puede iniciarse a cualquier edad, generalmente empieza en personas entre 10 y 30 años de edad. A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en varones. Si se tiene en cuenta que más del 50 por ciento de las personas con migraña tienen familiares que también la padecen, es de suponer que la tendencia puede estar transmitida genéticamente. En general, el dolor de la migraña es más grave que las cefaleas tensionales.
Etiología
El nervio trigémino se encuentra en el cerebro y transmite sensibilidad a la cabeza. Una de las ramas de este nervio conecta con los vasos sanguíneos de las meninges, tejido que recubre el cerebro. En ocasiones, las meninges se inflaman provocando una sensación de dolor que es transmitida al cerebro a través del trigémino y, por tanto, provoca el dolor de cabeza: es decir, la migraña.
Causas
Las causas exactas de las migrañas se desconocen, aunque se han estudiado varias teorías. Actualmente se cree que la migraña es un trastorno constitucional con base genética. Las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada personas, pero las más frecuentes son:
Herencia: Aunque la forma de herencia no está totalmente establecida, en algunas formas especiales de migraña ya se ha identificado el gen que la transmite situado en el cromosoma 9.
 
Edad: En la infancia la migraña se presenta por igual en niños y niñas. A partir de la pubertad y debido a los cambios hormonales, se dispara la incidencia de migraña en las mujeres.
 
Estrés y ansiedad: Es necesario aprender a relajarse, buscar alguna distracción en momentos estresantes.
 
Hormonas: Lo más frecuente es padecer una o dos crisis al mes, fundamentalmente en la época de primavera y otoño, y éstas pueden llegar a durar de 4 a 72 horas. Además del intenso dolor de cabeza estas dolencias van acompañadas de otros síntomas como náuseas, fotofobia o vómitos. En menor medida pueden provocar irritabilidad, anorexiavértigos y mareos. La migraña suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales. El embarazo, sin embargo, suele mejorar transitoriamente la migraña y muchas mujeres mejoran extraordinariamente cuando desaparece la menstruación (menopausia).
 
Ingestión de alcohol y dieta: Algunos alimentos y bebidas pueden desencadenar ataques de migraña. Por ejemplo, el alcohol, especialmente el vino tinto o burdeos; las comidas con glutamato monosódico MSG; productos que contienen tiramina; o las carnes en conserva con nitratos.
 
Falta o exceso de sueño: También puede ser un desencadenante de la migraña.
 
Factores medioambientales: El tiempo o los cambios de temperatura, las luces deslumbrantes o las fluorescentes, las pantallas de ordenador, los fuertes olores y las elevadas altitudes.

Cronificación de la migraña
Una migraña puede reaparecer de manera crónica si el paciente no toma las medidas adecuadas para contrarrestar sus efectos. Según la SEN, cerca de un tres por ciento de las personas con migraña pasan de tener una migraña episódica a una crónica cada año, mientras que un seis por ciento pasa de una migraña de baja frecuencia a otra de alta frecuencia. Algunas de las causas que pueden provocar esta cronificación son las siguientes:
Automedicación.
 
Consumo excesivo de analgésicos.
 
Falta de diagnóstico y tratamiento.
 
Sobrepeso y obesidad.
 
Trastornos respiratorios del sueño, como el SAHS (apnea del sueño).
 
Depresión, estrés y ansiedad.
Síntomas
No se dispone de ninguna prueba de laboratorio que sea útil para el diagnóstico de la migraña, aunque, debido a su patrón específico del dolor, suele resultar fácil identificarla. Alrededor del 20 por ciento de las personas manifiestan síntomas de depresión, irritabilidad, inquietud, náuseas o falta de apetito, que aparecen unos 10 a 30 minutos antes de iniciarse el dolor de cabeza (período denominado aura o pródromo).
Un porcentaje similar de personas pierde la visión en un área específica (denominado punto ciego o escotoma), o perciben luces dispersas o centelleantes; con menos frecuencia sufren una distorsión de las imágenes, como por ejemplo, cuando los objetos parecen más pequeños o más grandes de lo que en realidad son. Algunas personas experimentan sensaciones de hormigueo o, con menor frecuencia, debilidad en un brazo o pierna. Es habitual que estos síntomas desaparezcan poco antes de iniciarse la cefalea, pero a veces se mezclan con el dolor.
Las etapas de un ataque de migraña se pueden clasificar de la siguiente manera:
1. Síntomas premonitorios (pródromos)
Aparecen entre dos horas y dos días antes de iniciarse el dolor. Se pueden detectar ciertos síntomas que podrían mantener relación con un mal funcionamiento del hipotálamo, región del cerebro que controla el equilibrio interno del cuerpo. Algunos de estos síntomas son cansancio, dificultad para concentrarse, aumento del apetito, bostezos y retención excesiva de líquidos. Estos síntomas aparecen en un 60 por ciento de los pacientes.
2. Aura
Son los síntomas neurológicos transitorios, que se instauran de forma progresiva y provocan alteraciones en la visión en la mayoría de los casos y, en menor medida, de sensibilidad o del lenguaje. Se debe a una depresión cortical propagada: el lóbulo occipital del cerebro lanza una onda que se emite de atrás a adelante provocando una disfunción en las estructuras cerebrales. El aura sólo se da entre el 15 y el 20 por ciento de los pacientes con migraña, y tiene una duración entre 10 y 30 minutos. No todas las migrañas presentan aura.
Los tipos de aura más frecuentes son:
Aura visual: Es la más común, aparece en un 90 por ciento de las migrañas con aura. Su forma tiende a ser la de un destello en la mitad del campo de visión que se va extendiendo en forma de líneas en zigzag que se desplazan hacia uno de los lados. Existen a su vez distintos tipos de alteración de la visión:
 
Formas negativas: El campo visual se ve afectado en ciertos puntos.
Formas positivas: Aparecen imágenes falsas, con destellos o distorsiones.

Formas complejas: Alteran la visión, ya sea cambiando el color o el tamaño de los objetos del campo visual.
 
Aura sensitiva: Aparece en un 60 por ciento de los casos. Consiste en una sensación de hormigueo que aparece en los dedos de la mano y se extiende hacia los hombros y, en ocasiones, hasta la boca y la lengua.
 
Aura del lenguaje: Es poco frecuente. La persona que sufre este tipo de aura presenta problemas para articular palabras o para entender a otros.
 
Aura retiniana: Es muy poco habitual. Sus síntomas son los mismos que los del aura visual, pero afecta a un solo ojo.
 
Aura del troncoencéfalo: Es muy poco frecuente. Los síntomas aparecen en el tronco encefálico y son comunes a los de las auras visual, sensitiva y del lenguaje.
 
Aura motora: Muy poco frecuente. Produce una parálisis temporal de una parte o la totalidad del cuerpo, aunque no suele durar más de un día.
3. Fase de dolor
Se suele presentar como una molestia leve de cefalea que se va incrementando en intensidad. Tiene una duración de entre cuatro y 72 horas, aunque sólo una sexta parte de los pacientes la sufren durante más de 48 horas.  El tipo de dolor y su zona afectada varía en cada paciente.
4. Fase de resolución o de “resaca” (postdromos)
El dolor provocado por la migraña va desapareciendo, aunque el 80 por ciento de los afectados afirma encontrarse mal tras el episodio de dolor intenso. Su duración es variable: desde pocas horas hasta varios días.
Prevención
Puesto que no están claras cuáles son las causas concretas de una migraña, resulta difícil determinar una forma de prevenirla. Sin embargo, se pueden seguir unas recomendaciones relacionadas con algunos de los síntomas frecuentes de los pacientes que sufren migraña, de forma que las probabilidades de que aparezca sean más bajas:
Dieta: algunos pacientes relacionan la ingesta de ciertos alimentos con un episodio de migraña. Es por lo tanto importante saber con certeza cuál es el alimento desencadenante y evitar sólo aquel que lo provoque. Entre los alimentos que actúan como posible desencadenante se encuentran el alcohol, la comida china, los ahumados, el chocolate, los frutos secos, los cítricos o la cafeína. Ayunar se asocia igualmente con la aparición de migraña, por lo que es importante comer varias veces a lo largo del día en horarios regulares.
 
Higiene del sueño: mantener unos hábitos de sueño saludables, descansando las suficientes horas y con un horario constante, puede evitar un episodio de migraña.
 
Nivel de hormonas: especialmente indicado para las mujeres que sufren migraña durante los ciclos menstruales. Las variaciones de estrógenos que pueden provocar, por ejemplo, los anticonceptivos pueden empeorar los episodios de migraña.
Tipos
Existen diversos tipos de migrañas: la migraña con aura está precedida de alteraciones de visuales, como manchas negras en el campo visual o visión de puntos o líneas luminosa. La migraña acompañada aparece con pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo o con alteraciones en el sistema nervioso central. Otro tipo de migraña, sin cefalea, se caracteriza por vómitos, náuseas y abatimiento, sin que aparezca dolor de cabeza. El 90 por ciento de los pacientes que sufren los tipos de migraña más frecuentes, que son:
Cefalea de tensión: es un dolor leve o moderado. Puede estar provocado por el estrés, malas posturas, fatiga o depresión.
 
Cefalea de racimo: Es más frecuente en mujeres. Se trata de un dolor en uno de los lados de la cabeza que se extiende hasta llegar al ojo. Puede durar unos 15 minutos y a menudo ocurre por la noche.
 
Migrañas o jaquecas: Constituye un conjunto de síntomas entre los que se encuentran, además del dolor de cabeza, vómitos, náuseas, sensibilidad a la luz y al ruido. Las migrañas son trastornos que tienen base hereditaria. El dolor suele localizarse en una parte de la cabeza o en toda. Tiene un carácter pulsátil y se acompaña de un malestar generalizado. Este dolor empeora normalmente con la actividad física y mejora con el reposo. Afecta a 17 de cada 100 mujeres y a un 5 por ciento de los hombres.

Migrañas crónicas
Son aquellas que aparecen durante más de 15 días al mes. Son poco frecuentes, ya que sólo aparecen en el dos por ciento de todos los casos de migraña. Sus causas pueden ser diversas: herencia, uso frecuente de analgésicos, malos hábitos higiénicos o dietéticos, ansiedad o depresión. Afectan más a las mujeres.
Migrañas menstruales
Es la migraña que aparece durante el inicio o fin del ciclo menstrual. Suele comenzar a ocurrir en lamenarquia y tiende a desaparecer con la menopausia. Se relaciona con la caída de estrógenos que se produce antes de la menstruación. Existen dos tipos:
Migraña menstrual pura: La migraña ocurre desde dos días antes del sangrado hasta dos días después, pudiendo variar su duración. No se dan más episodios a lo largo del resto del ciclo.
 
Migraña relacionada: La migraña ocurre de la misma manera que la menstrual pura, pero además aparecen más episodios de dolor a lo largo del ciclo.
Diagnóstico
El diagnóstico de la migraña es de difícil identificación, según advierte la SEN. La media de tiempo en que se tarda en diagnosticar una migraña es de 28,7 meses. Esto se debe a la baja frecuencia con la que las personas afectadas acuden al médico en busca de un tratamiento, y a que la mitad de las personas que padecen de migraña desconocen que la tienen.
De forma general, se realizan las siguientes observaciones:
Duración: puede durar de 4 a 72 horas.
Localización: puede estar en un lado de la cabeza o ambos.
Cualidad: el dolor es sordo o pulsátil.
Intensidad: moderada o severa.
Influencia de la actividad física.
Otros síntomas: nauseas, vómitos, fotofobia, fonofobia.
Tratamientos
Aunque todas las migrañas están asociadas con el dolor, difieren en su severidad y su frecuencia. Por ello es necesario crear un tratamiento a medida que atienda las necesidades individuales de cada enfermo. La medicación intensa es empleada para tratar cefaleas determinadas y deben usarse rápidamente en la fase inicial. En ocasiones también son efectivas para la reducción de otros síntomas del ataque, como las náuseas, los vómitos o la sensibilidad al ruido o la luz. Las terapias preventivas son empleadas de forma diaria para prevenir los ataques o reducir su frecuencia y severidad.
Dentro de estas terapias se encuentran las farmacológicas y las no farmacológicas, como las terapias físicas y de comportamiento. Por último, los medicamentos de rescate se aplican cuando la medicación intensa falla. Generalmente pueden administrase en casa, aunque algunas terapias más agresivas que requieren inyecciones intramusculares o intravenosas se dan en el consultorio médico o en el servicio de urgencias. Este tratamiento puede causar somnolencia, lo que resulta adecuado para aliviar el dolor, aunque algunos pacientes se quejan porque les impide continuar con sus actividades cotidianas. Existen cinco agentes diferentes para el tratamiento individual de las migrañas:
Analgésicos: aspirinas, ibuprofeno, paracetamol o metamizol. No presentan altos índices de eficacia en el tratamiento, por lo que sólo resultan efectivos en migrañas leves o moderadas. Se deben evitar aquellos con barbitúricos, codeína y cafeína.
 
Antiinflamatorios: sólo están indicados en episodios de leve o moderada intensidad y deben estar prescritos por un profesional médico. Los antiinflamatorios con eficacia demostrada son ácido acetilsalicílico, naproxeno sódico, ibuprofeno, dexketoprofeno y diclofenaco.
 
Antieméticos: se usan para crisis de migraña con náuseas y vómitos.
 
Ergotamina.
 
Triptanes: se consideran los medicamentos más efectivos para las migrañas de intensidad moderada o grave. Algunos tratamientos combinan varios agentes, pero su abuso puede agudizar el problema en lugar de aliviarlo. Su consumo es prescrito por un médico y deben tomarse al inicio del episodio de migraña. Algunos de ellos son sumatriptán, zolmitriptán, naratriptán, rizatriptán, almotriptán, eletriptán o frovatriptán, y cada uno tiene indicaciones específicas.
Existen también varios medicamentos que pueden prevenir la aparición de una crisis de migraña:
Betabloqueantes: para migrañas sin aura, por hipertensión arterial o embarazo.
 
Neuromoduladores: para migrañas con o sin aura, de epilepsia, crónicas o de sobrepeso.
 
Calcioantagonistas: para migrañas con o sin aura en casos de intolerancia de betabloqueantes o topiramato.
 
Antidepresivos: para migrañas por depresión o cefaleas de tensión.
 
Antihipertensivos: para migrañas por hipertensión arterial o por intolerancia a betabloqueantes.
 
Bótox: para migrañas crónicas. Se trata de un nuevo tratamiento preventivo que puede reducir a la mitad los días de migraña y cefalea. Para que resulte eficaz, debe inyectarse al menos en 31 puntos de la cabeza y el cuello con una técnica que sigue la distribución de los nervios pericraneales.
Terapias alternativas
Existen además varias terapias no farmacológicas que están siendo utilizadas con éxito en el abordaje o prevención de las cefaleas.
Terapias alimentarias
La alimentación tiene una relación importante con la aparición de cefaleas y migrañas. No sólo el tipo de alimentos influye en este aspecto, sino también en los horarios en que se producen las comidas. Así, por ejemplo, el ayuno es uno de los principales motivos de migraña, por lo que se debe evitar prolongar el tiempo sin comer y mantener un horario de comidas regulares.
Se debe tener en cuenta también que no hay alimentos que desencadenen una migraña como tal, pero si pueden favorecer a su aparición. Los alimentos que favorecen esta aparición son los que contienen tiramina (quesos), nitratos (carne curada), chocolate, conservantes y edulcorantes artificiales. Por otra parte, el alcohol sí parece tener un efecto directo sobre la aparición de la migraña.
Existen componentes de alimentos que, por otro lado, favorecen la no aparición de una migraña:
Vitaminas: Especialmente la riboflavina (B2), de la que se recomiendan consumir 400 miligramos diarios.
 
Magnesio: Se recomienda una toma diaria de un mínimo de 500 miligramos.
 
Coenzima Q: Se recomienda un mínimo de 150 miligramos al día.
 
Preparados botánicos: Inhalación de vapores, masajes con lavanda o anís, baños de eucalipto o hierbabuena, la aplicación de compresas de hierbabuena o jengibre o infusiones.
Terapias físicas
Acupuntura.
 
Masajes.
 
Medicina adyuvédica (medicina india).
 
Medicina osteopática.
 
Medicina quiropráctica.
 
Qijong.
 
Tratamientos corporales.
 
Terapias mentales
Biofeedback: La terapia de retroalimentación eléctrica monitoriza las sensaciones del cuerpo, desde la temperatura hasta la tensión muscular. Conocida esta información, el paciente intenta mejorar el control sobre la tensión muscular y la temperatura con el fin de eliminar los síntomas asociados a las cefaleas y reducir la frecuencia y severidad de los ataques.
 
Hipnoterapia.
 
Meditación.
 
Psicoterapia: Consiste en aprender a controlar los pensamientos y reducir los de naturaleza negativa. Esto permite que el enfermo controle el estrés y las situaciones en la que es probable que se desencadene un ataque.
Otros datos
Las migrañas en niños
Antes de la pubertad no hay diferencias entre la cantidad de niños y niñas que padecen cefaleas, pero tras esta fase de la vida, la migraña es mucho más común en las adolescentes. En algunas ocasiones finalizan en la adolescencia, pero pueden volver cuando se alcanza la edad adulta. Los niños más pequeños suelen sufrir migrañas en las dos partes de la cabeza, mientras que los mayores suelen sentirlo en una parte sólo. Afortunadamente los ataques son más cortos en los niños que en los adultos. Los síntomas relacionados más comunes en los niños son la náusea y los vómitos, la diarrea, un aumento de la necesidad de orinar, sudores, sed, e hinchazón.
Las "auras" visuales no son tan comunes en los niños como en los adultos. Frecuentemente los dolores de cabeza provocados por la migraña se atenúan en un año, incluso sin tratamiento. Al igual que en los adultos, hay que identificar y evitar los factores que provocan las crisis o las potencian. Los médicos suelen recomendar mantener una hora fija para acostarse y para comer y evitar una sobrecarga de actividades. Los tratamientos no farmacológicos, como la biorretroalimentación o las técnicas de relajación se recomiendan especialmente en los niños de esta edad, que suelen ser más receptivos a estas terapias que los adultos. Si fuese necesario el tratamiento farmacológico, el médico comenzará empleando un solo analgésico.
Las combinaciones de estos fármacos que se emplean en los adultos se recetan en dosis menores. Dependiendo de la frecuencia, duración e intensidad de los dolores de cabeza, y de la respuesta del niño al analgésico, se puede recetar un plan de tratamiento farmacológico preventivo.
Consejos a tener en cuenta:
Mantener un diario el que ha de escribirse lo siguiente:
 
La fecha y el momento en el que comienza cada cefalea y su duración.
Cualquier otro signo de migraña, tales como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz, sonido u olores; o aura.
Cualquier causa que pueda provocar un ataque.
En las mujeres, el día de comienzo del periodo menstrual. Con toda esa información, un médico podrá identificar el patrón de los dolores de cabeza y ajustar el tratamiento.
 
Pedir a un amigo o familiar que ayude a vigilar los síntomas de aviso de los dolores de cabeza. Estos síntomas de advertencia pueden ocurrir en cualquier momento, bien pocas horas, o pocos días antes de que el dolor de cabeza comience. Pueden ser variados: sed; bostezos, fatiga, depresión, euforia, irritabilidad, mareos, sensibilidad a las luces o sonidos, tortícolis, sentimiento de frío, mayor necesidad de orinar, diarrea, estreñimiento, etcétera.
 
Tener siempre consigo una dosis de los fármacos recetados por el médico y tomar los medicamentos de la forma descrita por el médico.
 
Consumir sólo los medicamentos prescritos por el médico. No utilizar dosis más altas de las recomendadas. No dejar de tomarlos sin consultar antes con el médico. Algunos fármacos hay que dejar de consumirlos gradualmente para evitar efectos secundarios no deseados.
 
Si no se ha podido tomar una dosis, hacerlo lo antes posible -excepto si es el momento de la toma de la siguiente. En ese caso olvidar la anterior, ya que no se deben doblar las cantidades recomendadas.
 
Después de tomar un fármaco contra las migrañas, túmbese en la oscuridad, en una habitación silenciosa hasta que el dolor comience a desaparecer.
 
Recuerde que usted y su médico son socios en su cuidado. Es por su bien seguir los consejos de su médico, y hacer todos los cambios en el estilo de vida que puedan ayudar a controlar las cefaleas.
 
Historia
Los primeros datos sobre la migraña datan de la antigüedad, apareciendo ya descripciones de sus síntomas en poemarios de más allá del año 3.000 a.C. Posteriormente, Hipócrates también describió los diferentes síntomas gracias a los conocimientos que obtuvo de la medicina egipcia sobre el año 460 a.C.
Areteo de Capadocia fue quien realizó la definición de la migraña más completa en el siglo II d.C., aunque por entonces se conocía como “heterocránea”.
Las migrañas y la cultura popular
La migraña podría haber servido como inspiración en algunos artistas y personajes célebres de la historia. El pintor Vicent van Gogh podría haber basado algunas de sus obras en las visiones que percibía en sus crisis de migrañas con aura. También el escritor Lewis Caroll podría haberse visto influenciado por estos episodios al escribir algunos capítulos de su famosa obra Alicia en el País de las Maravillas.
Epidemiología
Según la SEN, existen más de 3,5 millones de personas en España que padecen migraña, entre el 12 y el 13 por ciento de toda la población. Para las mujeres, este índice es más alto, ya que presentan migraña entre el 17 y 18 por ciento. De todos ellos, cerca de un millón tienen dolor de cabeza durante más de 15 días al mes. El 80 por ciento de los pacientes tiene menos de 30 años.
Su tratamiento cuenta con altos índices de recuperación: según David Ezpeleta, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, un 60 por ciento de los pacientes mejora siguiendo correctamente el tratamiento para la migraña.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) además lista la migraña como una de las 20 enfermedades más discapacitantes que existen: algo menos de la mitad de las personas que la padecen, un 42,5 por ciento, la sufre en un grado moderado o elevado. Pese a ello, existe entre un 20 y un 25 por ciento de personas con migraña que nunca ha consultado a un profesional médico sobre sus dolencias, y cerca de un 50 por ciento de los pacientes que lo hacen abandona el tratamiento tras las primeras sesiones.
Complicaciones
Una migraña puede derivar en casos excepcionales en complicaciones que van más allá de los síntomas habituales:
Estado migrañoso: Se establece cuando la crisis de migraña dura más tiempo de lo habitual, más de 72 horas. Esto provoca síntomas como hormigueo en las manos, calambres musculares o rigidez.
 
Aura persistente sin infarto: Se da cuando el aura permanece más de una semana sin que haya habido otra complicación, como un infarto cerebral.
 
Infarto migrañoso: Aparecen síntomas relacionados con la migraña tras haber sufrido una lesión isquémica cerebral. Es un caso extremadamente excepcional.
Cefalea por abuso de medicación.
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DIAGNÓSTICO DE LA MIGRAÑA

Diagnóstico de la migraña

El diagnóstico, como en la mayoría de las cefaleas primarias, se basa en los síntomas que presenta el paciente que acude a la consulta. Como no existen procedimientos de imagen ni parámetros que puedan verse en un análisis, sólo es necesaria una cuidadosa observación por parte del profesional de atención primaria y la elaboración de una historia clínica detallada.
La información que el paciente facilita al médico acerca de sus cefaleas y su evolución, así como de los factores que la mejoran o empeoran, pueden orientar el diagnóstico de la migraña.
Generalmente, no hace falta la consulta con el neurólogo, salvo que el médico lo estime oportuno. Sí puede requerirse una consulta en caso de que se sospeche de una cefalea secundaria a otro problema. En algunos de estos casos, es posible que el médico o el neurólogo soliciten una prueba de imagen.
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PARA TODOS MIS HERMANOS Y AMIGOS QUE DIOS LOS BENDIGA.:


Buenas noches.
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Espero que hayan disfrutado de su Contenido, hasta pronto… 


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