domingo, 10 de febrero de 2013

NÚMERO 74  FEBRERO  10 DE  2013  DOMINGO

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Bernardo A. Rendon  Restrepo
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Editora y Asesora
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JUSTICIA EFICAZ

Por FRANCISCO SANTOS | Publicado el 10 de febrero de 2013 – Publicado en EL COLOMBIANO en Febrero 10-2013 Domingo

http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/J/justicia_eficaz/justicia_eficaz.asp

JUSTICIA EFICAZ
Si hay un consenso nacional es sobre el desastre que tenemos en nuestro aparato judicial. Hoy hay una justicia politizada, ineficaz, mediática y que no está a la altura de los retos que tiene Colombia. Así de sencillo y claro es el diagnóstico. De ahí que sea necesaria una reforma estructural a ese poder público.

Hay que comenzar por la Fiscalía General de la Nación. En ningún país con sistema penal acusatorio la Fiscalía es independiente del poder Ejecutivo. No es posible manejar una política criminal en la que hay que rogar para tener fiscales especializados que de la mano de la Fuerza Pública combatan a las Farc y sus milicias, las bacrim y el narcotráfico con sus organizaciones criminales y de paso solucionen de manera efectiva los otros delitos de alto impacto que hoy afectan a los colombianos.

La Fiscalía debe ser parte del Ejecutivo. De esta manera el Presidente responde políticamente por la eficacia, o no, de esta institución. Hay casos como el de Sigifredo López o el de Colmenares, que hoy con impunidad absoluta hacia el funcionario y la entidad, pululan a todo nivel en Colombia.

Crear una supercorte con magistrados vitalicios es una necesidad. La Corte Suprema de Justicia quebrantó la Constitución con las ternas para fiscal hace unos años y no pasó nada. Esta nueva Corte, con su propio e independiente equipo de investigación y acusación, debe juzgar a todos los aforados de alto rango, presidente, vicepresidente, ministros, magistrados de las altas cortes, congresistas, procurador, fiscal y contralor y generales de la República. Con esto se acabaría la Comisión de Acusaciones del Congreso.

El Consejo Superior de la Judicatura debe desaparecer. Hay que crear otro órgano rector y administrador de la Rama Judicial sin políticos de por medio. Una entidad técnica que gerencie la Rama con una Corte Suprema que investigue jueces y magistrados de menor rango en lo penal y disciplinario.

Se debe crear una jurisdicción especial, con legislación adecuada, parecida a la de los jueces regionales que se utilizaron para luchar contra el narcotráfico a principios de los 90. Esta debe solo utilizarse para trabajar de la mano de la Fuerza Pública en zonas de rehabilitación como el Cauca, el Caquetá o el Catatumbo para poder combatir organizaciones criminales enquistadas en esas zonas durante años. Hay que crear constitucionalmente esas zonas de rehabilitación con control de la Supercorte. Desbaratar esas organizaciones criminales requiere de un tratamiento jurídico especial, no las leyes y la jurisdicción de un país en normalidad.

Los mayores de 14 años que cometan delitos violentos como asesinatos o terrorismo deben ser juzgados como adultos. No puede ser que quien puso la bomba contra Fernando Londoño o un experto explosivista de las Farc, como me lo contó la Fuerza Pública, tengan el beneficio de la inimputabilidad. 

La reincidencia para delitos violentos debe ser castigada con la mayor severidad. Colombia necesita una ley de tres strikes y al tercero esa persona, sin rebaja de penas, debe ser condenada a la máxima pena que tenga en ese momento el Código Penal. Esta política solo debe aplicarse a crímenes de sangre.

Finalmente para el 70 por ciento de delitos sin violencia debe haber justicia restaurativa. Que el verdadero acto de contrición, la reparación y el trabajo comunitario de quien cometió el delito sea recompensado con rebajas de pena y casa por cárcel. De esta manera se descongestionarían la justicia y las cárceles y el aparato punitivo del Estado se dedicaría a perseguir la gran delincuencia organizada que hoy se burla de la justicia y que en general actúa bajo el manto de la impunidad.

Queda claro hoy que la Justicia no quiere reformas. Solo un Congreso admirable, con un líder como Uribe, es capaz de hacer estos cambios. Por esa razón, y muchas otras, Colombia necesita a Álvaro Uribe en el Senado. 

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 'Yo no me caso, compadre querido...'
Por: JUAN GOSSAÍN | | 09 de Febrero del 2013
http://www.eltiempo.com/gente/colombia-el-pais-en-donde-se-celebran-menos-matrimonios_12587116-4
'Yo no me caso, compadre querido...'  

Colombia ocupa el primer lugar de los países donde la gente menos se casa, según The Economist.

La noticia es tan sorpresiva, y tan sorprendente, que debo soltarla de un solo golpe, sin preámbulos ni adjetivos: Colombia es el país del mundo en donde se celebran menos matrimonios.

Así como lo oyen. O, mejor dicho, así como lo leen. La prestigiosa revista británica The Economist acaba de publicar la edición correspondiente al año 2012 de su suplemento conocido como El mundo en cifras. Allí, en un aparte titulado ‘Registro de matrimonios y divorcios’, aparece Colombia en el primer lugar de los países donde la gente menos se casa: apenas 1,7 matrimonios por cada mil habitantes. Debe ser por eso que el maestro Guillermo Angulo, que a veces tiene unos arrebatos freudianos, lo llama ‘el mártirmonio’.

En cambio, no figuramos en las estadísticas correspondientes a las cincuenta naciones con mayores tasas de divorcio. Es natural que así sea: si aquí la gente no se casa, para qué se va a divorciar.

La verdad es que hemos cambiado de una manera pasmosa. Desde los tiempos de la Colonia española, y hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, los colombianos se casaban en la Iglesia, con pajecitos y damas de honor, la novia de larga cola blanca y el señor con una chaqueta de paño que lo hacía sudar más que el miedo a sus nuevas responsabilidades. Nombrar a alguien de padrino era una prueba de estimación y un motivo de orgullo.

Al salir del templo, en medio de los compases de la marcha nupcial o de algún vals vienés interpretado a los porrazos, los contrayentes no eran recibidos con románticos pétalos de rosas, sino con puñados de arroz, para que tuvieran abundancia y prosperidad. Lo que parece demostrar, psicológicamente hablando, que a la gente de entonces le importaba más la comida que la felicidad de la nueva pareja. En la plaza atronaban los voladores y la banda de músicos del municipio se atropellaba tocando Que vivan los novios.

La partida de matrimonio
En los pueblos pobres la boda se celebraba sin carrozas ni coches nupciales. El desfile nupcial, seguido por perros curiosos y burros sin dueño, se trasladaba hasta la Iglesia a pie, como una procesión, levantando una polvareda en el aire limpio del verano. Si la ceremonia se celebraba muy temprano –diga usted, a las seis de la mañana–, las lenguas viperinas hacían correr el rumor de que tuvieron que casarse a escondidas porque los novios se habían comido la cosita antes del recreo.

Casarse en público, para que todo el mundo lo supiera, llegó a convertirse en una auténtica institución de la sociedad colombiana. Tanto así, que la partida de matrimonio formaba parte del patrimonio familiar, y la guardaban como un tesoro, en un cajón con llave, junto a la escritura de la casa y el testamento.
Hasta el lenguaje cotidiano se veía afectado por esas costumbres. Recuerdo que en alguna ocasión, en una tienda de Lorica, escuché a una señora que saludaba a su amiga.
–Ayer me encontré con tu marido– le dijo.
La otra, ofendida, le respondió con dos piedras en la mano y aire de ultrajada:
–Marido, no: esposo. Marido es el de las queridas.

¿Cambio o evolución?
Lo que ha ocurrido es mucho más profundo que un simple cambio de costumbres, me explica el abogado Carlos Gallón Giraldo, experto en Derecho de Familia. Se trata de una evolución sociológica del matrimonio. El país ya no es el mismo; el matrimonio tampoco. La historia no se detiene.
Esa transformación silenciosa comenzó hace cuarenta años, con los primeros intentos hechos por el gobierno del presidente López Michelsen en procura de modernizar la legislación de matrimonios y familia. “Solo entonces –agrega Gallón– los colombianos descubrieron que podían casarse por lo civil. Ahí empezó la verdadera revolución”.
Lo insólito es que el matrimonio civil llevaba ya noventa años de vigencia, desde 1887, pero la gente no lo sabía. Y los pocos que lo sabían pensaban que eso era pecado. Hasta entonces, fue célebre la epístola de San Pablo, que el sacerdote les leía a los contrayentes, y en la cual se les advertía que “lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”. Pero, a partir de 1975, en los matrimonios ante notario o juez lo que se lee es el texto de la nueva ley civil. ‘La epístola de San López’ fue el nombre que le puso el pueblo.

Los hijos ilegítimos, conocidos popularmente como ‘hijos naturales’, no tuvieron derecho a heredar durante medio siglo, entre la Constitución de 1886 y la gran reforma que le hizo López Pumarejo en 1936. El asunto era tan terrible que en muchos pueblos de Colombia existía la costumbre de ‘desterrar’ a quienes no tuvieran un caballo: lo que se buscaba con ello, mañosamente, era impedirles que fueran a visitar a sus mujeres si no estaban casados.

El gobierno de López Michelsen también estableció trámites sencillos para el divorcio. Recuerdo que aquello enardeció a las almas piadosas y a los dueños de la verdad. La polémica estaba en ebullición. Una vez, en público, y con su célebre sentido de la mordacidad, el Presidente soltó esta frase: “Me permito recordarles a mis contradictores que el divorcio en Colombiano va a ser obligatorio”.
Lo que está sucediendo hoy, concluye el doctor Gallón, es una reacción social contra tantos años de discriminación y desprecio. Ahora la gente sabe que basta con irse a vivir juntos para acceder a los beneficios de la seguridad social, los derechos patrimoniales y el amparo de sus hijos.

Como Botero y Shakira
Otro especialista en la materia, el abogado Carlos Fradique-Méndez, que ha dedicado su vida entera a estos temas, me comenta que en la actualidad, “y al momento de formar pareja, la primera opción entre los colombianos ya no es el matrimonio, sino la unión libre. La gente ve cada día ejemplos tan notorios como los del pintor Fernando Botero y la cantante Shakira. El maestro Botero acaba de declarar que, después de 35 años de vivir con la artista Sofía Vari, están más que casados”.
Según el Dane, el número de parejas que viven en unión libre se acerca cada día más al de quienes han celebrado un matrimonio. “Incluso puede ser mayor –dice Fradique-Méndez– porque a los estratos altos les da vergüenza confesar que viven en unión libre”.

La joven psicóloga Camila Galindo Rico, que ha hecho varias investigaciones sobre la materia, me explica algunos de los motivos por los que se ha impuesto la costumbre de la unión libre. “Uno de ellos es el miedo a los traumas y trámites del divorcio, sobre todo si los contrayentes son jóvenes o han tenido ya una mala experiencia matrimonial. Toman la decisión de asumir un compromiso ante ellos mismos, sin necesidad de hacerlo ante Dios o ante la ley”.
La doctora Galindo, en una síntesis realmente luminosa, dice que, en ese sentido, “la unión libre se ha convertido para los colombianos en un matrimonio experimental”. Otra de las razones, prosigue ella, “es que la gente quiere evitarse tantas formalidades, ceremonias, papeleo, preparativos, celebraciones y unos gastos que no pueden costear”.
La psicóloga advierte, sin embargo, que muchas personas están tomando la unión libre a la ligera y folclóricamente. “Se trata de un compromiso muy serio. El sustento de una pareja no es solo la libertad, sino también la responsabilidad”, añade la doctora Galindo Rico.

¿Qué dicen notarios y jerarcas?
Los números, que siempre tienen una elocuencia fría, hablan por sí solos de lo que está pasando: el notario 37 de Bogotá, Álvaro Rojas Charry, que desde hace cinco años es el presidente de la Unión Colegiada del Notariado Colombiano, colabora en el trabajo de esta crónica con las estadísticas más recientes.
Hace apenas dos años, dice el notario, en el 2010, se reportaron 131.447 matrimonios civiles en todo el país. Pero en el 2011 la cifra bajó a 79.636, lo que significa una reducción del 26 por ciento en un solo año. Un año después la situación fue aún más dramática: en el 2012, que acaba de terminar, la Registraduría Nacional del Estado Civil inscribió únicamente 38.073 matrimonios nuevos. Todo eso quiere decir, ni más ni menos, que en dos añitos, del 2010 al 2012, la cifra de matrimonios en Colombia se redujo en un 71 por ciento.
Lo que está creciendo en Colombia, concluye el señor Rojas, es el número de parejas que se unen libremente y sin ceremonia alguna, incluyendo las del mismo sexo.
Un clérigo, que se conoce al dedillo los vericuetos del Derecho Canónico, admite, bajo reserva de su nombre, que “buena parte de la culpa la tiene la propia Iglesia, porque el proceso para disolver un matrimonio católico es engorroso e interminable. Imagínese que todavía tenemos que mandar esos documentos al Tribunal de la Rota, en Roma, como en la Colonia”.

Epílogo
Ahora sí entiendo cuál es la explicación de las estadísticas que aparecieron en The Economist. El abogado Carlos Gallón, con un espíritu risueño, me comenta que, “en materias matrimoniales, la única estadística colombiana que se mantiene invariable es aquella según la cual, en cada divorcio, hay un 50 por ciento de hombres y un 50 por ciento de mujeres”. Ríe de su propia broma. De repente guarda silencio. Se queda pensativo. Frunce el ceño.
–Pero el país ha cambiado tanto– exclama, por fin–, que ya ni de eso estoy seguro…
JUAN GOSSAÍN
Especial para EL TIEMPO
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La cara oculta de la noticia
JUAN GUERRA
http://www.eje21.com.co/secciones-mainmenu-2/1-ltimas/67030-la-cara-oculta-de-la-noticia.html

PRODUCCIÓN DEL COLECTIVO MAMBRÚ OJO AVIZOR SALUDA LA NUEVA COLUMNA DENOMINADA “JUAN GUERRA”.  OFRECEMOS NUESTRA REVISTA PARA PUBLICAR SIN CENSURA, PUNTOS ESENCIALES DE CADA ARTÍCULO, INICIANDO CON LA PRIMERA PUBLICACIÓN QUE PARACE EN “EJE 21” DE FEBRERO 10-2013 DOMINGO.

 Otro desencuentro
Juan Guerra supo que el Presidente Santos se desenjalmó en Chinchiná de Caldas con la dirigencia de la Federación de Cafeteros, pues por cuenta del caucano Luis Genaro Muñoz recibió la más sonora rechifla de que se tenga noticia en los anales de la caficultura.

A punto de salirse de la ropa,  el Mandatario designó un supra-comité encabezado por Juan José Echavarría y Mario Gómez Estrada para buscar una aproximación con los cafeteros que mantienen en firme su decisión de irse a un paro nacional el 25 de febrero.

A propósito de Gomez Estrada, a quien llaman ahora el nuevo zar del café, tomó kilométrica distancia de su viejo amigo Guillermo Trujillo Estrada, “Piragua”, que se dejó venir con violentas columnas en los diarios La Republica y La Patria  contra su viejo amigo de 36 años de "lealtad".

La culpa fue de Genaro
En el Viejo Caldas dicen que el caucano Muñoz tiene los días contados como gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, cargo que le ha quedado grande, como ropa prestada que no le pertenece.

Juan Guerra supo que don Genaro llegó a Manizales anticipadamente a organizar los actos de la visita presidencial al Eje Cafetero, pero  lo primero que hizo fue  desactivar las invitaciones al evento de los promotores del paro cafetero y eso fue lo que le llenó la copa al doctor Santos, quien de regreso a Bogotá no pudo ocultar su ira con el payanés que pertenece al viejo inventario de la Federación.

El funcionario ya debe tener sus barbas en remojo.

Ignoran comunicado del poderío paisa
El diario El Mundo –el periódico de propiedad de la familia del alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa— no quiso publicar el comunicado del influyente Comité Intergremial de Antioquia contra las inmoderadas  alzas del impuesto predial en Medellín, en el que pidió que se revisen los avalúos, tarifas e impuestos que presentan aumentos de más del 25% y hacerles los ajustes correspondientes en las facturas.

El pronunciamiento, que fue aplaudido por la comunidad, tuvo amplio eco en otros medios impresos de mayor circulación  como El Colombiano, Q´hubo, El Tiempo y El Espectador.

Treinta y cuatro  de los cuarenta dirigentes gremiales que hacen parte del Comité se reunieron con el Secretario de Hacienda del Municipio de Medellín, David Rodríguez, para escuchar de primera mano el proceso que llevó a la administración Municipal para realizar un incremento considerable a las tarifas del impuesto predial.

En la reunión se analizó el porqué del incremento excesivo en la tarifa del impuesto predial.  Quedó claro que el Comité, a pesar de las diferencias de criterio que puedan existir entre sus miembros, es un interlocutor de las múltiples manifestaciones de descontento e inconformidad del sector empresarial e industrial de la ciudad ante un aumento del impuesto predial que deja a Medellín por encima del promedio nacional. Las conversaciones continuarán esta semana, aunque el alcalde Gaviria esté en gira por Europa. 

Por las Cámaras de Comercio
Desde la Presidencia de la Republica,  el Gobierno, está montando un gran operativo para quedarse con el control de las Cámaras de Comercio.

La operación la iniciaron en Bogotá pidiéndole la renuncia a la presidente Consuelo Caldas. Esta noticia se le escuchó al ex ministro Fernando  Londoño en su púlpito radial de La Red de RCN.

La mesa de La Habana vista por un escéptico
El pesimista resume así sus preocupaciones alrededor del comportamiento de los insurgentes, en la mesa de Cuba:

1) Le piden a la Cruz Roja Internacional que  les permita acogerse al Derecho Internacional Humanitario.

2). Cuando firman el acuerdo del 26 de agosto de 2012 con el gobierno colombiano dan origen a los diálogos de La Habana, proponiendo elevarlo a la categoría de "convenio especial" para que éste  haga parte del "bloque de constitucionalidad".

3). Piden la repatriación de los despojos de guerrilleros caídos en Sucumbíos, Ecuador, y se declaran “víctimas”.

4). En reunión con la Cruz Roja Internacional, en La Habana, y publicada en La Jornada de Méjico, alegan condiciones de inferioridad en la correlación de fuerzas con el gobierno colombiano y bajo el argumento de ser  víctimas de un ataque "descomunal", con una superioridad en hombres y armas  por parte del Estado, con base en lo cual  justifican el uso indiscriminado de las no convencionales para introducir así la tesis de la asimetría en el conflicto.

Otras suspicacias del incrédulo

A) Que están conversando, pero sin entrega de armas. B) Mensaje de guerra  dirigido a Joaquín Gómez, Fabián Ramírez, Pablo Catatumbo, Pacho Chino, El Paisa y sus muchachos de la “Teófilo” quienes acatan lo acordado con la siguiente hoja de ruta:

Primero: Desde Cuba, la guerrilla, al calor de unos mojitos, le anuncia al mundo que seguirá con su escalada de secuestros de policías y militares. Segundo: Se dejan venir con sonoros insultos en contra del expresidente Uribe, a quien tratan de paramilitar, mafioso y enemigo de la Paz. Tercero: Desde Caracas, Nicolás Maduro,  presidente encargado,  repite los improperios contra Uribe y además lo gradúa de conspirador. Cuarto: Las Farc paralizan el Chocó. Quinto: Arremeten contra los pueblos del Cauca.  Sexto: Secuestran policías y militares y vuelan una escuelita en el corazón del Caquetá, privando de su educación a 250 niños.  Séptimo: Asesinan tres policías en límites con Venezuela. Octavo: Dinamitan el oleoducto en el Putumayo. Noveno: Se toman por enésima vez a Riosucio, Chocó. Décimo: Atacan puesto de policía en el Huila. Décimo primero: Atentan  contra la infraestructura del carbón.
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 OJAZOS GÓMEZ Y VILLEGAS


                                                         CORAZÓN SIN AMOR

SENDERITO DE AMOR


TODA UNA VIDA- LOS JAIBOS




Espero que hayan disfrutado de su Contenido, hasta pronto… 

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