NÚMERO 238 JUNIO 19 DE 2014 (JUEVES)
Director
Bernardo A. Rendon Restrepo
bernal.rendon@hotmail.com
Editora y Asesora
Alba Hoyos Botero
Galardonados con la
1ª entrega de los premios
ANTURO
Felipe
VI, el Rey de «una Monarquía renovada para un tiempo nuevo»
Discurso de Felipe VI tras ser proclamado Rey
El nuevo Monarca jura fidelidad a
la Constitución en una ceremonia de proclamación histórica en el Congreso de
los Diputados.
Dos leones
de bronce custodian la puerta principal del Congreso de los Diputados, una
puerta que sólo se abre en los actos solemnes y que este 19 de junio de 2014 ha recibido a un nuevo Rey.
Fuera, el sol apretaba mientras miles de ciudadanos aguardaban ataviados
con sus banderines rojos y amarillos, conscientes de que la historia estaba a
punto de escribirse ante sus ojos. En el interior, el Hemiciclo se vistió con sus mejores galas. Don Felipe de Borbón, quien
siendo Príncipe de Asturias un 30 de enero de 1986 jurara la Constitución en
esta misma sala, ha sido proclamado Rey de
España.
El mismo día en que cumplió 18 años se convirtió en el primer Príncipe de
Asturias en jurar la Constitución en este Palacio de la Carrera de San
Jerónimo, con «voz serena y clara», como
escribía entonces el cronista de ABC. Ya han pasado 28 años, y el Príncipe se ha convertido en Rey.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibió a los nuevos Reyes,
Don Felipe y Doña Letizia, a la Princesa de Asturias y a la Infanta Sofía a su
llegada al Congreso, en un Rolls Royce. Sonrientes y saludando a la multitud
que gritaba «¡Felipe! ¡Felipe!», caminaron hasta la puerta custodiada por los
dos leones, hasta llegar al Salón de los Pasos Perdidos,donde saludaron a los representantes de todos los
poderes del Estado.
Los invitados ocuparon sus asientos, con Doña Sofía y Doña Elena en la
tribuna y con la ausencia anunciada de Don Juan Carlos, mientras el aplauso de todo el Hemiciclo puesto en pie daba la bienvenida a los
nuevos Reyes.
Gratitud a Don
Juan Carlos y Doña Sofía
El presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, abrió la sesión solemne de Juramento y Proclamación. «Es el discurso más importante de mi vida, pero tiene
poca importancia», había
dicho justo antes de entrar al
Congreso.
«Hace 39 años presenciásteis la proclamación de vuestro padre como Rey de
España», en la que expresó su voluntad «de ser el Rey de todos los españoles»,
comenzó Posada, dirigiéndose al nuevo Rey. Entonces España iniciaría una
«transformación sin precedentes». Posada quiso expresar su «sincera, profunda y emocionada gratitud a quien
hasta hoy ha sido el Rey de España», desatando los aplausos de todos los asistentes. También tuvo palabras
para Doña Sofía, que se puso en pie y agradeció, emocionada, el gesto.
«Es mucho lo que hemos avanzado en estas cuatro décadas. España es una
democracia consolidada», ha insistido Posada. «España se enfrenta a nuevos
problemas», como la crisis económica y la desconfianza de los ciudadanos en las
instituciones, por lo que apeló al consenso, y habló en nombre de las Cortes
para mostrar al Monarca su deseo de que su reinado sea un periodo de progreso. «Os deseamos un fructífero reinado desde nuestra lealtad», concluyó.
El juramento
La corona y cetro, símbolos de la Monarquía española, fueron testigos del
histórico acontecimiento, pero la protagonista de la sesión solemne fue la Carta Magna. Felipe VI le juró fidelidad, convirtiéndose así en el primer Monarca que presta juramento apoyando
su mano sobre la Constitución española; concretamente, un facsímil del ejemplar que
Don Juan Carlos sancionó en 1978, dando paso a una democracia que ya ha
cumplido los 35 años y que hoy consagra la continuidad dinástica y la
estabilidad constitucional con la proclamación del nuevo Rey.
Las palabras de Felipe VI eran acogidas con un silencio de emoción
contenida: «Juro desempeñar fielmente mis
funciones. Guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los
derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas». Jesús Posada entonó un
emotivo «¡Viva el Rey!» seguido por todos, que culminó con el himno nacional,
cuyas últimas notas se fundían con los aplausos.
El discurso de
un Rey
«Quiero expresar ante todo el reconocimiento y el respeto de la Corona a
estas Cámaras», comenzó Don Felipe. «Inicio mi Reinado con una profunda emoción
por el honor que supone y consciente de la responsabilidad que conlleva»,
señaló el Monarca. España es «una gran nación en la que creo, a la que
quiero y la que admiro», mostró.
«Ante todos los españoles, también con gran emoción, quiero rendir un homenaje de gratitud y respeto hacia mi padre, el Rey Juan Carlos I», de
quien destacó su «reinado excepcional con un legado político extraordinario».
También tuvo palabras para Doña Sofía, a quien agradeció «toda una vida de
trabajo impecable al servicio de los españoles». «Espero que podamos seguir
contando muchos años con su apoyo, experiencia y cariño», señaló Felipe VI,
mirando hacia su madre, sonriente.
«Mi fidelidad a la Constitución ha sido
permanente y mi compromiso con los
valores de libertad, responsabilidad y solidaridad en los que descansa la
democracia». Así, ha dicho, fue educado desde niño y así ha educado, junto con
Doña Letizia, a sus dos hijas.
Don Felipe quiere ser «un Rey constitucional, símbolo de la unidad y
permanencia del Estado, que ha de respetar el principio de separación de
poderes. Encontrarán en mí a un jefe del Estado leal, dispuesto a
escuchar y defender los intereses generales», dijo.
«La Corona
debe ganarse el respeto, aprecio y confianza de los ciudadanos permanentemente», con una conducta «íntegra,
honesta y transparente», destacó Don Felipe: «Que la ejemplaridad gobierne la
vida pública».
El nuevo Rey apostó en su primer discurso por «una monarquía renovada
para un tiempo nuevo». «Miremos hacia el futuro, hacia la España renovada»,
insistió, para recordar que los españoles hemos convivido en democracia
superando tiempos de tragedia. «Tenemos que preservar los ideales en los que se
ha basado esa convivencia». «La
convivencia en paz y en libertad de los españoles es y será siempre una responsabilidad ineludible de todos los poderes
públicos», insistió el Rey.
También tuvo palabras para las víctimas de la violencia terrorista, cuyo recuerdo permanecerá
«en nuestra memoria y en nuestro corazón».
Unidad de
España
«Quiero reafirmar como Rey mi fe en la unidad de España, unidad que no es
uniformidad, Señorías», indicó con contundencia el Rey, en uno de los momentos
más esperados de su discurso. La Constitución reconoció nuestra diversidad, una
diversidad que se muestra especialmente en las lenguas. «En esa España unida y diversa cabemos todos, caben todas las formas de
sentirse español», expresó.
Hemos de trabajar «con espíritu de superación de lo que nos ha separado y
dividido, para recordar todo lo que nos une hacia el futuro». «Trabajemos todos juntos,
con lealtad. Una nación no es solo su historia, sino un proyecto integrador sentido y
compartido por todos que mire hacia el futuro», indicó el Monarca.
Desde la tribuna lo observaban, atentos, los tres ex presidentes del Gobierno, Felipe González, José María
Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
«Tenemos un gran país, somos una gran nación. Creamos y confiemos en
ella», insistió Don Felipe. «Yo me siento orgulloso de los españoles, y nada me
haría sentir más orgullos que, con mi trabajo y esfuerzo, los españoles
pudieran sentirse orgullosos de mí». El Rey concluyó dando las gracias al Hemiciclo, y lo hizo en
castellano, catalán, euskera y gallego. No cesaban los aplausos, ni
siquiera cuando el presidente de la Cámara gritó un «se levanta sesión». Varios
vivas al Rey dieron por finalizado el acto de proclamación del nuevo Rey. Comienza el reinado de Felipe VI.
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El nuevo rey de España, Felipe
VI, asumió hoy jueves la condición de jefe de las Fuerzas Armadas en un acto
celebrado en su residencia del Palacio de La Zarzuela. (Lea acá: Todo listo para la proclamación de Felipe VI
como Rey)
Juan
Carlos de Borbón, que ayer abdicó el trono, impuso al nuevo monarca un fajín
que le reconoce como capitán general de los tres Ejércitos. (Vea acá las imágenes)
Posteriormente
se dirigió al Congreso de los Diputados en donde garantizó en su primer
discurso ante las Cortes Generales que sabrá hacer honor a su juramento a la
Constitución y que será un jefe del Estado "leal y dispuesto a escuchar, a
comprender, a advertir y a aconsejar, y también a defender siempre los
intereses generales". (Manual de supervivencia para Felipe VI, el nuevo rey de
España)
El
nuevo monarca español recalcó también que para que la Corona sepa ganarse
continuamente el aprecio, el respeto y la confianza de los ciudadanos, y se
haga acreedora de "autoridad moral" debe "velar por la dignidad
de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra,
honesta y transparente". (Vea también el gráfico interactivo: Detalles de la
proclamación de Felipe VI)
En su
discurso expresó su solidaridad con quienes se han visto "heridos en su
dignidad" por la crisis económica y ha subrayado que siente el "deber
moral" de trabajar para revertir esta situación.
El
monarca tuvo palabras de recuerdo y homenaje hacia las víctimas del terrorismo,
que "perdieron su vida o sufrieron por defender" la libertad de
todos.
Por eso
mostró su "inmenso respeto" por las víctimas de la violencia
terrorista y recalcó que "la victoria del Estado de Derecho, junto a
nuestro mayor afecto, será el mejor reconocimiento a la dignidad que
merecen".
Ante diputados y senadores y las principales
autoridades del Estado el rey afirmó que para que la Corona sepa ganarse
continuamente el aprecio, el respeto y la confianza de los ciudadanos y se haga
acreedora de "autoridad moral" debe "velar por la dignidad de la
institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y
transparente".
"Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con
toda razón que los principios morales y éticos inspiren y la ejemplaridad
presida nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser
no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia
de los ciudadanos", aseguró.
También proclamó su "fe en la unidad de
España" de la que la Corona es símbolo" y puntualizó que esa unidad
no es "uniformidad" y que la engrandece y fortalece y en la que
"cabemos todos".
Recorrido por las calles de Madrid
Terminado el acto de proclamación, el rey Felipe VI y
la reina Letizia, acompañados por sus dos hijas, hicieron el recorrido por las
calles de Madrid que finalizó en el Palacio Real. La Familia Real hizo este
recorrido en dos vehículos, el primero de ellos un Rolls Royce descapotable, y
que va ocupado por los reyes, y un segundo en el que iban sus dos hijas, la
princesa de
Asturias, Leonor, y la infanta Sofía.
Asturias, Leonor, y la infanta Sofía.
Miles de personas, entre ellos muchos turistas,
agitaban banderas al paso de la comitiva real, en una jornada soleada y
calurosa en Madrid, engalanada con banderas y flores para el día histórico en
España.
Tras abandonar el Congreso, donde Felipe VI ha
prestado juramento, la Familia Real se dirigió hacia la Plaza de Oriente para
saludar al pueblo español desde el balcón central del Palacio de Oriente, un
edificio histórico empleado únicamente en actos oficiales, pero no como
residencia.
El Rey saludó en el trayecto, de pie, en el vehículo
descapotable escoltado por un desfile de caballos de la Guardia Real.
En muchos lugares del desfile se pudo ver en primera fila a niños subidos a los hombros de sus padres ataviados con gorras,
algunas con los colores de la bandera nacional, así como gente encaramada en ventanas y farolas.
En muchos lugares del desfile se pudo ver en primera fila a niños subidos a los hombros de sus padres ataviados con gorras,
algunas con los colores de la bandera nacional, así como gente encaramada en ventanas y farolas.
Casi 7.000 agentes de las Fuerzas de Seguridad del
Estado se desplegaron en Madrid para que todo trascendiera sin incidentes.
Madrid y sus alrededores están blindados desde el aire, en las azoteas, en el
subsuelo y a pie de calle, lugares en los que agentes de ambos cuerpos
controlan la seguridad, tanto en los alrededores del Congreso y el Palacio
Real, sedes de los actos principales, como durante el recorrido de la comitiva
real.
Los nuevos reyes ofrecerán posteriormente una
recepción en el Palacio a más de dos mil invitados, representantes de todos los
sectores de la sociedad.
sectores de la sociedad.
Los gestos de Leonor durante la
proclamación de su padre.
Además de
princesa de Asturias, la pequeña asume hoy también como princesa de Gerona,
duquesa de Montblanc, condesa de…
Madrid
(DPA). La imagen era inédita: la princesa Leonor, a sus ocho años, saludaba hoy
a representantes de las instituciones españolas que se inclinaban ante ella con
una reverencia. A su lado, su madre, la reina Letizia, le presentaba a cada uno de ellos.
El gesto simboliza el
futuro de la primogénita de los nuevos reyes de España. Hoy, día de la proclamación de Felipe VI, se abría una nueva etapa para Leonor
como princesa de Asturias y heredera de la Corona española.
La pequeña, de
cabellos rubios y ataviada con un vestido rosa palo, demostró que a pesar de su
corta edad conoce bien el orden de protocolo, en el que ocupa la tercera posición, solo por detrás de sus padres.
Al llegar hoy al Congreso de los Diputados, donde Felipe VI
juró su cargo ante la Constitución, la princesa se dio cuenta de que estaba mal
situada al lado de su hermana Sofía, de siete años, y cambió su posición
rápidamente.
Algunos gestos delataron su nerviosismo en algunos
momentos, como cuando comenzó a dar saltitos alrededor de su padre en la puerta del
Palacio de la Zarzuela, minutos antes de salir rumbo al Congreso. Felipe le
acarició el rostro para tranquilizarla.
Fueron hoy muchos los gestos de cariño de los nuevos reyes
hacia sus hijas. Especialmente atenta estuvo Letizia, quien en todo momento tomaba a sus hijas de la mano y
les susurraba cosas al oído.
Los medios españoles destacaron el "semblante serio" pero atento de la hija mayor de los
nuevos monarcas, salpicado de vez en cuando por alguna sonrisa y gesto
propio de su edad.
Como cuando salió al balcón principal del Palacio Real,
ante la multitud de españoles que aplaudían a los nuevos reyes. El sol radiante
que brillaba en el cielo de Madrid deslumbró a la pequeña, que se protegió los ojos con las manos.
Expectante, y probablemente sin comprender el alcance de
los hechos de los que fue hoy protagonista, se mantuvo junto a sus padres y su
hermana Sofía a lo largo de casi toda la jornada, excepto en el paseo en
vehículo por las calles de la capital, que las pequeñas hicieron en otro auto.
Así será casi siempre a partir de ahora, ya que Leonor no podrá viajar en el mismo
vehículo que su padre para garantizar la sucesión en el trono. Es una de las cosas
que cambian inevitablemente para la pequeña, que también participará en un
mayor número de actos oficiales.
Su formación será similar a la que recibió Felipe, quien
estudió en un colegio privado y laico (el mismo al que acuden actualmente
Leonor y Sofía) y cursó después estudios superiores en una universidad pública
española, completados en el extranjero.
La heredera
más joven de Europa también recibirá instrucción militar en el futuro, según confirmó hace
unos días el ministro de Defensa español, ya que en caso de que llegue a
reinar, se convertirá en la jefa del Ejército, como lo hizo hoy su padre.
Además del título de princesa de Asturias, asume hoy
también el de princesa de Gerona, princesa de Viana, duquesa de Montblanc,
condesa de Cervera y señora de Balaguer.
Leonor es heredera de la Corona porque solo tiene una
hermana menor. Si en algún momento Letizia diera a luz a varón, éste la desplazaría en la
sucesión al trono si antes no hubiera una reforma de la Constitución española, según confirmaron
esta semana fuentes de la Casa Real española.
Si esto no ocurre, la heredera jurará su cargo ante el
Parlamento al cumplir los 18 años, igual que lo hizo su padre en 1986. Y algún día,
podría convertirse en Leonor I.
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Este es el nuevo escudo de armas del
rey Felipe VI de España.
El
estandarte recupera el tradicional rojo carmesí que representa a la monarquía
española desde hace casi cinco siglos
Madrid (DPA). Felipe VI sucedió
hoy en el trono de España a Juan Carlos I y,
como símbolo de un nuevo reinado ha estrenado también estandarte, que se lució
esta mañana en el Palacio de la Zarzuela y después se izó por primera vez en el
Palacio Real a la llegada del nuevo monarca.
El nuevo escudo de
armas tiene similitudes al de la Casa Real que dirigió su padre, pero también
simbólicas diferencias.
Entre estas últimas
destaca la renuncia al yugo y las flechas de los
Reyes Católicos y la cruz de Borgoña roja, elementos vinculados a Juan Carlos.
También cambia el
fondo del escudo, recuperando el tradicional rojo carmesí que
representa a la monarquía española desde hace casi
cinco siglos, frente al azul de su padre.
Además, desaparece el lambel de azur de tres pies en
la zona alta del escudo, conocido como
"jefe", que hacía referencia a la condición de heredero de Felipe.
El nuevo escudo
sustituye la corona de príncipe de cuatro diademas por la corona real española,
de ocho, de las que cinco están a la vista.
Se mantiene sin
embargo el Toisón de Oro, representativo de la monarquía española, y el
cuartelado en cruz con las armas de Españaen representación de Castilla, León, Aragón y
Navarra, así como de Granada y de los Borbones.
El primer cuartel,
con el castillo dorado y azul, representa a Castilla; el segundo, con un león
púrpura con una corona de oro sobre un fondo plateado, son las armas de los
reyes de León.
El tercero, en rojo
y oro, representa a los reyes de Aragón y cuarto, con una cadena cruzada en
cruz y en aspa, a Navarra. En la punta, una granada que representa al reino
homónimo y en el centro, el símbolo de la casa Borbón: el fondo de azul con
tres flores de lis.
La casa real
elaboró las nuevas armas de Felipe VI a partir del guión y el estandarte
regulados por el Real Decreto 284/2001 del 16 de marzo de 2001.
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Los Felipes en la historia de la monarquía
española
Madrid (DPA). Su padre fue el
primer Juan Carlos en la historia de la monarquía de España, pero Felipe, el
nuevo rey, tuvo cinco predecesores con su nombre, de ahí que vaya a reinar como Felipe VI.
Los anteriores
Felipe, todos de la dinastía de los Austria (Habsburgo) excepto el último de
ellos, que ya fue Borbón, reinaron entre los siglos XVI y XVIII. Son los que
siguen:
Felipe "El Hermoso" (1478-1506) asumió la Corona tras casarse con Juana "La Loca", la heredera
de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando.
Juana, su marido le hizo enfermar de amor con sus
infidelidades y desplantes. Y esa enfermedad que le valió el conocido
sobrenombre empeoró cuando murió el monarca. A este, el apelativo se lo había
dado el rey Luis XII de Francia, cuando él y Juana lo visitaron de camino a la
coronación.
Felipe
II (1556-1598) fue hijo de Carlos I
de España y V de Alemania, hijo a su vez este de Juana "La Loca" y
Felipe "El Hermoso". El segundo Felipe recibió el sobrenombre de
"El Prudente". Sus amigos lo alabaron como dechado de virtudes, sus
enemigos le achacaron despotismo.
Bajo su reinado, en todo caso, el Imperio español alcanzó
su apogeo sobre la expansión, con territorios en todos los continentes. Fueron
los tiempos en los que, según se ha repetido tantas veces, el sol no se ponía
en el imperio español. A él se debió la Liga Santa para defender el
catolicismo.
Felipe
III (1598-1621) fue "El Piadoso". Hijo del Felipe
anterior, lo que ocurrió bajo su reinado fue justo lo contrario: con él comenzó
el declive del imperio español. Los asuntos de gobierno los dejó en manos de
validos, con los que se extendió la corrupción.
El otrora
imperio español se convirtió en una España empobrecida. La cultura, sin
embargo, floreció: su reinado coincidió con parte del Siglo de Oro español.
Felipe IV (1605-1665) fue "El Grande"
y "Rey Planeta". Hijo de Felipe III, su reinado de casi 44 años y medio fue el más largo
de los Austria y el tercero de la historia de España. Lo superaron solo Felipe
V y Alfonso XIII, bisabuelo del Felipe que llega ahora al trono.
En él había puestas muchas esperanzas de recuperación del
prestigio perdido de la monarquía española, pero no fue así. La guerra
constante llevó al declive de la monarquía española, cuyo lugar hegemónico en
Europa ocupó la Francia de Luis XIV. Eso sí, su reinado fue una época de lujo y
exaltación cortesana.
Felipe
V (1700-1746) fue el primer Borbón
que reinó en España. El duque de Anjou se convirtió en monarca después de que
Carlos II, su tío-abuelo, muriera sin herederos.
Su reinado es el más largo de la historia de España, en la
que introdujo medidas centralizadoras que aliviaron la crisis económica en la
que se hallaba sumido el país.
En 1724 abdicó en su hijo Luis I, pero la muerte de este
por viruela tras solo ocho meses de reinado volvió a llevar a Felipe V al
trono.
Espero que hayan disfrutado de su
Contenido, hasta pronto…
La información e imágenes publicadas
en esta revista están extractadas de la Internet, principalmente de
Google, GUACAICA.COM, DIARIONACIONAL.COM, EL COLOMBIANO, El Barquero de EJE 21, EL TIEMPO, EL
ESPECTADOR, EL CAMPANARIO, LA BARCA DE CALDERÓN, EL OBSERVATORE
ROMANO, DEBATE, EL COMERCIO MUNDO, de la página no censurada de JUAN GUERRA, CLARIN desde
Argentina, EL UNIVERSO desde Ecuador, EL INFORMADOR desde Santa
Marta, PORTAFOLIO, Juan Gossaín, DINERO, DIARIO DE AMÉRICA, PERIODISMO SIN
FRONTERAS y demás prensa lo mismo que los correos que llegan vía
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